Las conquistas obtenidas no se dejan esperar, conversadores por excelencia, usan el lenguaje para convencer, indagar y saber sobre el mundo que les rodea. Este reconocimiento de si, les permite ponerse en el lugar del otro para ser solidarios y colaboradores. Además empiezan a tener un gran interés por el conocimiento, por su historia y por el funcionamiento de las cosas.
Pueden anticipar las consecuencias de sus actos y devolverse en sus acciones para organizarse en el tiempo y el espacio.